FOTOGALERÍA | Nova Limia contará con 35 millones de euros para modernizar los regadíos

Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, observando el proyecto de mejora de los regadíos. | FOTOS: Noelia Caseiro.
El presidente de la comunidad de regantes Nova Limia, Amador Saborido, firmando el convenio esta mañana.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, viajaba hoy hasta Ourense para presidir la firma del convenio que permitirá incrementar hasta los 35 millones de euros el importe destinado para modernizar los regadíos en A Limia. Un convenio firmado entre la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) y la comunidad general de regantes Nova Limia.

Luis Planas destacaba el alcance social de esta inversión, porque va a permitir consolidar el cultivo de la patata en la comarca de A Limia, además de impulsar otros. El proyecto actúa sobre una superficie regable de 2.576 hectáreas y beneficia a 1.822 agricultores.

Este proyecto de modernización permitirá sustituir el uso del agua superficial del río Limia y sus afluentes por aguas subterráneas obtenidas de 42 pozos cuyas captaciones han sido autorizadas por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y que se integrarán en 4 redes de riego. Las obras incluyen la construcción de tres balsas elevadas con una capacidad de almacenamiento de 75.000 metros cúbicos de agua. La infraestructura se equipará de sistemas telemáticos y autocontrol, y para dotar de energía a la red de riego se construirán siete plantas fotovoltaicas.

Poco después, se desplazaba hasta San Pedro de Laroá para conocer in situ las actuaciones que se realizarán dentro del proyecto de mejora que ayudará a los regantes de A Limia. Estuvo acompañado por el subdelegado del Gobierno en Ourense, Emilio González Afonso, y por el conselleiro de Medio Rural, José González, y por el presidente de la comunidad de regantes Nova Limia, Amador Saborido, entre otras autoridades.

El ministro ha subrayado que las inversiones en modernización de regadíos forman parte de las prioridades del Gobierno para la nueva legislatura, ya que el cambio climático exige acelerar la transición hacia un modelo de producción agrícola más sostenible,
que se caracterice por un menor y más eficiente consumo de agua y de energía.