CRÓNICA | Elvira... ¡¡Llama!!
En Laza ya me conocen, soy un experto en convertir soporíferos plenos en desternillantes crónicas -sin abuelas que estoy, deben disculpar la inmodestia-. Y, ahora, por proximidad geográfica, he decidido darme un garbeo por el ordinario pleno de diciembre del Concello de Xinzo. Tranquilos, no les aburriré contándoles el minuto y resultado de cada trance -para eso ya tienen el vídeo o alguna que otra información en un bodrio parejo-.
Estas sesiones plenarias dan mucho más de lo que la población en general piensa. Deberían madrugar y asistir, se lo aconsejo. Podrían comprobar de primera mano como hay alcaldes que parece que no lo son pero que tanto los pican, que acaban sacando pecho y genio. Luego están las alcaldesas que dejaron de serlo, pero que el oficio de décadas en la cosa pública y el todavía no entendido -por su parte- desplazamiento a los sillones de la oposición por su expareja de baile, hacen que se comporten como si aún lo fuesen.
También no faltan aquellos que tienen que estar, decoración obliga. O los voluntariosos y un poco perdidos en debates gramaticales tras las comas. Cierran el círculo los ediles de obras que no hablan de la más grande que acometerá el Xinzo actual, y secretarias que deberían vocalizar mejor y más alto, para mayor entendimiento de los presentes.
Que cada cual se busque -algunos son evidentísimos-, pero ésta y no otra es la fotografía del pleno ordinario del mes de diciembre de 2023 en el consistorio antelano, en el que, profesión obliga, se aprobaron cosas de enjundia para el administrado de a pie. La unanimidad llegó ya en el primero de los puntos de importancia. El contrato bianual del servicio de ayuda en el hogar pasa de los 748.000 a los 881.000 euros, con el único propósito de liquidar la lista de espera de usuarios dependientes del mismo, mejorando la retribución que perciben todas aquellas profesionales que lo prestan.
Hubo quien sacó pecho -no podría ser de otra forma-, en el segundo y casi tan importante de los acuerdos, el de cesión del tramo de la Nacional 525 a su paso por el corazón de la villa al Ministerio del ramo, el mismo que apoquinará los más de cuatro millones de euros para la reforma integral de la principal vía antelana. Elvira salió del pleno con más medallas de las que entró. Aprovechó el punto para recordar tiempos de antaño en el sillón de la alcaldía, desde el que negoció esa reforma que sigue adelante. Y hasta el alcalde, Amador Díaz, acabó arrojándole el capote y arrodillándose ante su gestión con un "agradecemos o apoio, é unha obra moi importante para Xinzo e pregámoslle que descolgue ese teléfono para que a adxudicación chegue o antes posible" -ojipláticos en el bando popular, Gómez Salgado de Vedmar el que más-.
Tanto fue, por parte de la bancada socialista, el regodeo en su clara e indiscutible gestión del proyecto, que acabamos por ver el genio desconocido del alcalde, quien centró de vez el debate cansado de tanta auto adulación de Lama: "Non olviden que eu tamén estaba nese Goberno cando se conseguiu ese proxecto para Xinzo, que parece que o teñen esquecido", dijo Díaz, víctima de sí mismo tras el cambio de acera en medio de la travesía, meses atrás.
Donde sí hubo un verdadero diálogo -acalorado- de "lubinas" fue en el debate de la urgencia y posterior discusión de la moción traída al canto por el BNG: la reposición del pediatra que le está faltando al centro de salud de Xinzo. Quizás aquí fue donde quien suscribe comprobó como, incluso en las administraciones más cercanas, se nota el cierto descuelgue de los problemas reales de los ciudadanos. Tienen el vídeo íntegro para comprobarlo pero, les aseguro que la mayor confrontación verbal se centró en dónde poner la coma y cómo rematar la frase del primero de los puntos de la moción... Que sí, que se la apruebo por unanimidad incluyendo la coletilla del "cando se dé a vacante", como si la plaza de pediatría del profesional que está de baja médica no esté ya sin cubrir sin aguardar a que se dé por descubierta con alguna jubilación o traslado.
Ni el portavoz del BNG, Camilo Vila, demostró habilidad bastante para convencer al resto de que las niñas y niños de Xinzo están sin los pediatras necesarios, sea cuál sea la causa y la definición técnica de la baja de profesional. Ni el grupo del bipartito del Gobierno se cuadró ante un problema real y -por experiencia lo advierto- capaz de congregar a miles de madres, abuelas y sus respectivas parejas tras una pancarta, tenga el color que tenga. Al final, eso sí, acordaron, además de "posar para la foto" -literal-, reunirse incluso en alguno de los próximos festivos para establecer un calendario de trabajo.
Sí hubo tiempo, ya en el capítulo de ruegos y preguntas, para la elegancia de la oposición al reconocer el éxito indiscutible de una iniciativa montada deprisa y a correr que ha proporcionado importantes ingresos al sector hostelero en uno de los meses más tristes del año, concitando en los bares a miles de administrados ante el elenco de "patapas" nocturnas. Esa buena acogida, celebrada también por el grupo que rige, propiciará, en palabras del regidor Díaz Penín, la puesta en marcha de una feria de carácter exclusivamente gastronómica en la que también se incluirá otra de las piezas imprescindibles del sector primario en la comarca, el cereal.
Y así, con algún reproche gratuito por no invitar a actos institucionales a los miembros de la oposición y un repasito a la gestión en la poda de varios árboles de la villa a la edila del ramo, Cristina Campero, concluyó un pleno en el que se pidió expresamente un reconocimiento popular al que fue técnico de Cultura y alaricano para todo, en el Concello de Xinzo durante lustros, Alfonso Carlos Lois Suárez, quien en el mes de febrero abrazará la -reconocida por los presentes- merecida jubilación.