Las calles de Xinzo parecen ser el objetivo de los meteoritos, porque en ellas se pueden ver un gran número de cráteres. Los baches son una constante por céntricas zonas de la villa y cualquiera con un vehículo es testigo de ello. Nada más adentrarse en Xinzo, la avenida de Ourense ya es la primera en mostrar dichos defectos en el asfalto, que se complementan con grandes grietas.
Al llegar a la zona del Parque do Pombal, una de las calles que la rodea no presenta un mejor estado. La rúa Santa Mariña cuenta con varios baches, algunos de ellos a la altura de un paso de peatones que puede suponer un riesgo también para los viandantes. En el caso del propio parque, numerosas baldosas se faltan y no se les esperan, dejando huecos en los que cualquier persona puede tropezar. Además, se le suman otras que están en sus sitio, pero que no se encuentran fijadas y no cuentan con estabilidad.
Desde ese punto, se puede avanzar en dirección a la rúa Xavier Prado Lameiro, otra de las que presenta un gran deterioro. Su zona asfaltada cuenta con baches que se alargan por todo el tramo, mientras que en la rúa do Peto a la que está unida, se aprecian algunas rotas y dañadas que también ponen en riesgo a las personas que pueden caminar por ella.
De vuelta a las arterias principales de Xinzo, la avenida de Madrid también presenta algún que otro desperfecto en su pavimento y destaca una plaza de aparcamiento destinada a personas con movilidad reducida. En el centro de ella, un gran cráter es visible junto a numerosas grietas.
La ruta continúa por la calle Dous de Maio, donde al girar hacia la rúa do Toural se encuentra otra de las vías que no pasa por sus mejores momentos. Y no es la única, de ella se pasa a la rúa do Parque, otra afectada por el mal estado de las carreteras que deriva en la Alexandre Bóveda, donde los baches ya son más profundos.
El tour de los baches llegaría a otro punto álgido en la avenida Río Limia, donde algún tramo está prácticamente intransitable por culpa del estado del pavimento. Siguiéndola, se puede llegar hasta la rúa Río Arnoia para comprobar el estado de un asfalto descuidado.
De vuelta hacia la rúa Dous de Maio y en dirección hacia la avenida de Madrid, se puede girar para comprobar otra vía. La calle Lepanto sufre y se aprecia en mal estado especialmente en las parte donde hay desagües y alcantarillas. A lo largo de ella, numerosas baldosas de piedra están visiblemente rotas y provocan ligeros desniveles.
La ruta se desplaza ahora hasta la rúa Rosalía de Castro, por la que hay profundos huecos en el asfalto a lo largo de ella a lo que se suma el hundimiento de algún desagüe con respecto al nivel del asfalto. Regresando a la avenida de Madrid y girando hacia la calle Vicente Risco, las cosas no mejoran. El reasfaltado de un parte de la vía por algún tipo de obra, se encuentra dañado y las grietas son de grandes dimensiones en torno a la línea que sigue, al igual que ocurre en la rúa Celso Emilio Ferreiro, con la que está conectada. En esta última, incluso algunas partes de la acera están dañadas y suponen un peligro para los viandantes.
La calle San Sebastián, que está conectada a la Curros Enríquez, donde se ubica el Concello, también muestra desperfectos que parecen no importar para su arreglo. Y donde se arregla, como se hizo el pasado mes de diciembre en el parking disuasorio de Curros Enríquez vuelve a estar plagado de baches. Desde esa calle también se puede llegar hasta la Pista de Morgade, que conecta con la A-52. El problema, una de las vías muestra un estado de bastante abandono y cuenta con profundos baches, incluso al llegar a la rotonda de la Lagoa de Antela.
Dejando a un lado la ruta, a las afueras de Xinzo algunas zonas como la rúa Don Iván Vaz -Pista Gamallo-, no presentan la mejor cara desde su comienzo en la rotonda que la conecta con la rúa Dous de Maio.
El Concello tiene por delante, si quiere, bastante trabajo para adecentar las vías de comunicación en el municipio, ya que no no se lo ponen fácil a los vehículos.