Si la mañana de este martes 18 de febrero fue de vértigo en la capital antelana, con las intervenciones desde muy primera hora en el número 57 de la calle Dos de Mayo y en Curros Enríquez, 13 -cuatro horas más tarde, alrededor de las 10:30- y dos detenidos; no mucho menos entretenida lo fue la tarde del miércoles, con el resultado de la detención de J.L.G.Y., personal laboral fijo del Concello de Xinzo de Limia y responsable, entre sus principales funciones, del tratamiento de los datos de todos los administrados del consistorio local.
Las intervenciones arrancaron alrededor de las 16:00 horas en el número 23 de la Avenida de Madrid. Una vecina se encontró, por sorpresa y en el ascensor, a varios agentes de la Guardia Civil, provistos con pasamontañas para no revelar su apariencia; camino del piso segundo. Más tarde sería en la calle Ferro Couselo, en el número 22, donde se ampliaba el movimiento policial. Un coche patrulla y hasta tres vehículos sin rótulos pero pertenecientes a la Policía Judicial de la Guardia Civil ocupaban buena parte de la estrecha vía. Sus ocupantes -agentes-, entre los que también figuraban funcionarios de la Administración de Justicia adscritos al Juzgado Mixto de Bande -encargado de la investigación- estaban en el interior del garaje, inspeccionando una de las plazas correspondiente a la vivienda de alquiler arrendada por el trabajador municipal que más tarde acabaría detenido.
Durante un par de horas, los agentes permanecieron en el interior del inmueble, practicando registros en las dos dependencias. Pasadas las 18:30 horas, los guardias civiles encargados de la investigación indicaban a sus compañeros uniformados que cortasen el tráfico para introducir en el garaje tres vehículos. En ellos depositaron varias bolsas de papel, de plástico, mochilas e incluso alguna que otra caja, previsiblemente retiradas del piso y del garaje del investigado. Unos diez minutos más tarde, la comitiva judicial abandonaba el lugar camino de la vivienda de la madre de J.L., en donde se realizaría también un exhaustivo registro.
Registro en la casa del Concello
Cuanto todo parecía llegar a su fin por hoy, el gran colofón: el registro de las dependencias municipales. Fue el propio Amador Díaz Penín, alcalde de Xinzo de Limia, el que abrió las puertas del Concello a los investigadores. Con ellos el informático municipal. Todos accedieron a su despacho de la segunda planta en la que se retiraron varios documentos que los guardias civiles depositaron en los maleteros de los vehículos aparcados frente al Concello.
Fue el alcalde del Concello de Xinzo, Amador Díaz, quien confirmó a esta redacción la condición de detenido del trabajador municipal, el tercero en la villa en el marco de una operación que investiga los recientes robos con violencia en viviendas de personal de relevante poder adquisitivo, además de tráfico de estupefacientes. El punto de partida está en el ataque sufrido por un constructor del concello de Lobios, que fue golpeado y maniatado por los tres encapuchados que asaltaron su vivienda unifamiliar. Recientemente se produjo también un asalto a una conocida familia de empresarios locales de Xinzo del sector ferretero.
Los otros detenidos en la capital antelana son dos varones, A.G.J. e I.D.H.
Ningún pronunciamiento oficial del Concello
Ni el alcalde de Xinzo de Limia, Amador Díaz Penín, ni su lugarteniente y responsable de Recursos Humanos, Antonio Fernández Veiga, ofrecieron declaraciones públicas para valorar la detención del trabajador municipal. Se limitaron a apuntar que "desconocemos los delitos que se le imputan y que esas actuaciones se enmarcan dentro del ámbito privado de ese trabajador", aseguraron.
Sí confirmaron que un mes y medio antes, el grupo de Gobierno había decidido limitar los permisos y atribuciones de las que gozaba el informático municipal, que hasta hace pocas semanas tenía acceso a las plataformas de las cuentas bancarias del consistorio limiano, así como a los registros de datos de todos los vecinos de Xinzo de Limia.
Tampoco se ofrecieron explicaciones públicas meses atrás cuando el Concello sufrió un borrado de su contabilidad que obligó a los proveedores a aguardar por los pagos municipales, y de la que no se disponía de copias de seguridad debidamente actualizadas. Departamento de entera responsabilidad del ahora detenido.