No es una idea nueva del pontífice, lleva barajando esta propuesta desde el año 2015, pero es ahora cuando la Santa Sede ha decidido insistir en que la Semana Santa debe realizarse en una fecha fija y no variar cada año.
Por supuesto, el hecho de fijar una fecha concreta para la celebración de la Semana Santa supone hacer lo mismo con el Entroido, ya que la tradición marca que se debe festejar 40 días antes. La cuaresma, también marcada por los principios cristianos.
La elección de las fechas de Semana Santa depende, hasta ahora, del calendario lunar y del equinoccio de primavera; por lo tanto cambia cada año porque el calendario por el que nos regimos no coincide con el natural.
El papa Francisco insiste en que es importante establecer una fecha fija. En realidad, su idea es que todos los creyentes cristianos, ya sean ortodoxos o católicos, puedan festejar la Pascua de Resurrección el mismo día, independientemente del país en el que vivan. Ahora, la cuestión es que habrá que llegar a un acuerdo para establecer una fecha común.