En torno a las cinco de la tarde de este viernes 13, un buen número de unidades de los diferentes cuerpos de la Guardia Civil se establecían en los principales accesos a la villa. Al tiempo, un helicóptero sobrevolaba, durante media hora, los cielos de la capital antelana en vuelo raso.
Las patrullas, algunas incluso con unidades caninas, se establecieron en la Nacional 525 y su intersección con la carretera de Vilar de Barrio, en las inmediaciones de la rotonda de los institutos. También había efectivos en Pista Sitibal esquina Carmen Novoa, avenida de Madrid -en las inmediaciones del viejo matadero- y en la rotonda de acceso a Xinzo desde la carretera de Celanova.
Los agentes inspeccionaban vehículo a vehículo, además de comprobar la documentación de los automóviles a los que le habían dado el alto y la identidad de sus ocupantes. También revisaban su interior y el maletero, en el caso del dispositivo montado en el pabellón polideportivo, con canes especializados.
No ha trascendido el motivo de tal despliegue. Agentes consultados por esta redacción se limitaban a bien no facilitarla o, simplemente, asegurar que se trataba de controles rutinarios.